La función de relación permite a los organismos responder ante estímulos (cambios en el medio) que pueden ser químicos o físicos.
Las respuestas a los estímulos pueden ser estáticas (en las que no se produce movimiento) o dinámicas (en las que se producen movimientos)
En los organismos unicelulares estos movimientos pueden ser:
Movimientos ameboides: en los que la célula avanza gracias a la emisión de pseudópodos como puede verse en el siguiente vídeo
Movimientos vibrátiles: la célula se mueve gracias al movimiento de unos filamentos que posee en superficie que pueden ser cortos y numerosos (cilios) como en el siguiente ejemplo:
O bien movimientos largos y menos numerosos (flagelos)
Movimientos contráctil: la célula se acorta y se alarga gracias a unos filamentos contráctiles.
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